Sí. Pero no es así de simple.
Se pronosticaba que a mitad del 2020 la depresión sería la primera causa de discapacidad en países en vías de desarrollo como México. Este pronóstico fue del 2019, por lo que no se consideró el impacto anímico que tendría la cuarentena en nuestro país.
Curiosamente, esta causa de discapacidad no da muestras de una reducción en las horas de trabajo, precisamente porque sí se puede trabajar con depresión. Tenemos la falsa creencia de que a la depresión se le ataca con ocupación.
“No estás deprimido, estás distraído”, es lo que suena en la radio, sin embargo, vivir con depresión no es así de sencillo.
Líderes y Organizaciones deben poner atención a esta grave enfermedad, así como demostrar el interés y la reflexión necesaria para apoyar a los colaboradores que la padecen.
De acuerdo con un estudio realizado por el IMSS, cuatro de las primeras causas sociales de depresión son:
- Problemas laborales
- Desintegración familiar
- Falta de vínculos vecinales
- Migración
No existirían los efectos de la depresión en el trabajo si fuera cierto que se puede trabajar con depresión, por ello es importante poner atención a los focos rojos que pudieran reflejar una depresión, tales como:
- Poca productividad
- Descuidos laborales
- Bajo rendimiento
- Irritabilidad constante
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